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El vardenafilo y el sildenafilo son inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5) utilizados habitualmente en el tratamiento de la disfunción eréctil (DE). Funcionan favoreciendo el flujo sanguíneo al pene durante la estimulación sexual, facilitando así la erección. Estructuralmente, el vardenafilo es similar al sildenafilo, aunque existen algunas diferencias significativas en el modo en que estos medicamentos actúan a nivel bioquímico.
El vardenafilo y el sildenafilo son muy eficaces en el tratamiento de la disfunción eréctil.
Los ensayos clínicos indican que estos fármacos ayudan aproximadamente al 75-80% de los hombres afectados por disfunción eréctil.Ambos fármacos actúan durante un tiempo similar, proporcionando alivio de la disfunción eréctil durante unas cuatro a seis horas por dosis.La eficacia del sildenafilo para mejorar la función eréctil es similar en pacientes con disfunción eréctil que toman antihipertensivos y en pacientes que no toman estos medicamentos.
Una ventaja esencial del vardenafilo sobre el sildenafilo está relacionada con la inhibición de la fosfodiesterasa-6 (PDE-6). El sildenafilo puede inhibir la PDE-6 y alterar la percepción de los colores, un efecto secundario poco frecuente. En cambio, el vardenafilo no inhibe la PDE-6, evitando así este posible efecto adverso.
Ocasionalmente, el sildenafilo puede provocar alteraciones en la percepción de los colores debido a su efecto inhibidor de la PDE-6. Este efecto secundario inusual no suele producirse con el vardenafilo, lo que le confiere una ventaja en este aspecto concreto.
A nivel bioquímico, el vardenafilo es casi diez veces más potente que el sildenafilo, lo que significa que se necesita una dosis menor para facilitar la erección del pene. Esta mayor potencia podría dar lugar a menos efectos secundarios. Además, la mayor selectividad del vardenafilo para la PDE-5 presente en los tejidos del pene aumenta sus ventajas sobre el sildenafilo.
El tadalafilo, otro medicamento habitual para la disfunción eréctil, tiene una semivida y una duración de acción mayores que el vardenafilo y el sildenafilo. Sin embargo, la mayoría de los estudios de preferencia indican que no afecta a la eficacia del vardenafilo y el sildenafilo en el tratamiento de la disfunción eréctil.
La elección de la medicación para la disfunción eréctil también puede depender de la edad del paciente. Aunque los estudios específicos sobre este tema son limitados, vale la pena señalar que los tres medicamentos (sildenafilo, vardenafilo y tadalafilo) pueden ser eficaces en diversos grupos de edad.
En cuanto a los efectos secundarios, el sildenafilo puede provocar ocasionalmente dolores de cabeza, sofocos y dispepsia. Aunque el vardenafilo también puede tener efectos secundarios, su mayor potencia y selectividad pueden dar lugar potencialmente a una menor incidencia de efectos adversos.
Aunque los estudios de preferencias proporcionan información útil sobre la eficacia y la popularidad de los medicamentos para la disfunción eréctil, es importante señalar que estos estudios tienen sus limitaciones. Se necesitan datos más completos para establecer definitivamente las ventajas de un medicamento sobre otro. En la actualidad, el vardenafilo se utiliza exclusivamente para tratar la disfunción eréctil y no se emplea para tratar ninguna otra afección, lo que refuerza su papel y eficacia en este ámbito.